…entre los atrios y sombras de la vieja parroquia deambula el monje ortodoxo de siniestra apariencia y fría soledad, las paredes han sido sus confidentes y entre fieles espectros ha encontrado seguridad, es un monje solitario y rechazado por alguna doctrina, aun haciendo la salvedad que la ortodoxia es buena a toda edad…De niño le secuestraron sus sueños, el Vaticano conspiro contra su alma como leña en fuego, de Papados se ha servido su saber, dura carga a sus espaldas que hoy son su deber, sobre alguna lapida descansa algún poema con un olvidado réquiem, encerrado entre dogmas, cautivo de la iluminación, reo solitario a punto de la enajenación, entre velas y letras es su vida, las lechuzas lo observan de reojo, espectro ortodoxo que busca en su alma un tercer ojo, pergaminos y cera derretida a un borde de su lecho, en su ortodoxia cree disminuir entre la vida y la muerte el trecho…Su vida a privado de las cosas del mundo, sus manos sudan temiendo tocar algún objeto inmundo, por las bóvedas de la parroquia se escucha sus pasos, las paredes han sido testigos de sus múltiples planes de suicidio, infeliz monje ortodoxo, solitario entre las catacumbas, fiel devoto de la ortodoxia, guerrero dispuesto a dejar su vida entre las paredes de la parroquia, dispuesto a ser espectador de la vida, mísera vida y lagrimas destilando por su vestimenta, espectro ortodoxo sin rumbo o plegaria, vida en tinieblas en candil de gas, ayuno y clamor, ferviente ortodoxo de entupido fervor…
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1 comentario:
muy profundo! y logras describir muy bien los sentimientos del solitario monje, felicidades
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